miércoles, 15 de diciembre de 2010

Consejos para desactivar jefes-bomba


Los jefes peleados con la razón gustan tanto del poder y el control minucioso que sus demandas pueden resultar absurdas para sus colaboradores, convirtiendo el clima laboral de la empresa en un campo de batalla.

Seguir estrategias tan simples como estar siempre preparados y tener la información precisa a la mano, pueden ser de gran utilidad para calmar a un jefe que le encanta lanzar misiles a su alrededor.

Hay 5 tipos de jefes problemáticos:
•    El controlador: exige que todo se haga a su manera y cuando a él se le antoja.
•    El analítico: vive perdiendo tiempo en los detalles más insignificantes y le cuesta tomar decisiones, porque siempre está pidiendo nuevos datos que desde el principio no solicitó.
•    El promotor: siempre está pensando en el siguiente gran paso, pero una vez que lo desarrolla, pierde el interés y lo deja a medio camino. No le gusta entrar en mucho detalle, ni tomar decisiones rápidas ni hacer seguimiento.
•    El partidario: es una persona que apoya en exceso a su gente, casi siempre poniendo al empleado antes que a la compañía. Como no pone la suficiente presión, los plazos se van corriendo y la productividad decae.
•    El absorbente: vive invadiendo el espacio de los demás. Es capaz de llamar por teléfono durante el fin de semana, a horas imprudentes, o puede interrumpir la fiesta infantil del hijo de su colaborador, para pedirle cualquier información supuestamente "urgente".

Previniendo la explosión

Las siguientes estrategias pueden ayudar a evitar problemas con un jefe que califique dentro de las categorías antes descritas:

•    Para tratar a un jefe controlador, sea proactivo y propóngale acciones innovadoras para la empresa. Recomiende la creación de un cronograma de actividades con plazos de cumplimiento, de modo que no haya espacios en blanco en los cuales él pueda exigir una actividad imprevista.
•    Para un jefe analítico, asegúrese de tener actualizada la información del negocio que a Ud. le compete y recomiéndele varias alternativas para la solución de un problema.
•    Para lidiar con un jefe promotor, defina un plan de acción para cada proyecto nuevo, haga Ud. mismo el seguimiento y convénzalo de hacer una evaluación de resultados antes de pasar a lo siguiente.
•    Agradézcale al jefe partidario su interés en apoyar al personal, pero recuérdele que su principal compromiso es con la compañía y con el adecuado aprovechamiento de los recursos para el cumplimiento de los objetivos.
•    Al jefe absorbente, explíquele en tono amigable que Ud. tiene mucho compromiso con la empresa, pero que le da mucha importancia también a la vida familiar y a sus espacios personales. Pídale que por favor intente no invadirlos. Ud. espera respeto por su ámbito privado.

Los jefes problemáticos muchas veces ni siquiera se dan cuenta que están actuando mal, por eso una intervención del Gerente General o el Gerente de Recursos Humanos puede ayudar a indicarle cómo mejorar su comportamiento.

¿Conoce Ud. jefes así? ¿Qué sugiere para cambiar su actitud?
* Por Laura de Acha GESTION

No hay comentarios:

Publicar un comentario